De qué huyes?
No huyo. Solo que me gusta viajar, porque cuando viajo veo paisajes pasar y me doy cuenta de lo pequeños que somos y de la importancia extra que damos a nuestras vidas. Es como si viendo el mundo me diese cuenta que en realidad lo que soy es parte de la pintura de la línea que marca los milímetros en una regla de kilómetros. Y no es un sentimiento de pequeñez, sino más bien de ligereza.
No solo te da perspectiva en el espacio, sino también en el tiempo. Ves que tu vida pasa y que hay miles de cosas por hacer, pero un tiempo limitado y comienzas a vivir intensamente, cada día se plantea nuevo, como si el despertar fuese un nuevo renacer en el que ves la vida con frescura, saboreando cada fracción de la décima de segundo en la intensidad que el día a día te transmite.
Tras ver paisajes pasar, llegas a un lugar nuevo en el que nada se espera de ti. No cargas con tu pasado más que en tu mente y si eres capaz de dejar que el destino o Dios, o la incertidumbre guíe tu viaje y no seas tú el que lo organice, en ese momento has desechado las dos irrealidades de tu vida para centrarte en la única verdad. La verdad de lo que acontece; todo adquiere un nuevo sentido, una nueva perspectiva y te conviertes en water my friend! la vida fluye a través de ti y esa sensación es la que me aportan los viajes.
Por eso te digo: Viaja amigo viaja!
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